Cuando una persona va a someterse a una cirugía estética o reparadora, es normal tener cierto nivel de ansiedad, generado normalmente por desconocimiento. Es necesario, por tanto, que el doctor aporte toda la información sobre la cirugía y los pasos a seguir antes y después de la misma para minimizar al máximo el estrés y los riesgos. La confianza con el médico es clave, él puede aclarar cualquier duda que inquiete al paciente y generar confianza y seguridad.
Una vez decidido a realizarse una intervención quirúrgica, el siguiente paso deberá ser un estudio personalizado de su caso. Cada persona es diferente. El control y seguimiento de la operación estética o reparadora es básico para poder detectar cualquier tipo de problema o anomalía que pueda darse después de pasar por el quirófano.
Un seguimiento eficaz ayuda a controlar la evolución del paciente, conociendo con la mayor antelación posible cualquier situación que pueda afectarle. Por eso, el paciente debe acudir rigurosamente a las citas de control que el médico programe para el seguimiento de su cirugía (antes y después de la misma).
El cuidado post operatorio es una parte muy importante del proceso de la cirugía, en donde es fundamental seguir al pie de la letra el reposo y las recomendaciones del médico. La protección de la herida de movimientos bruscos ayudará a evitar el dolor y favorecer la movilización. Además, con posterioridad, es bueno realizar masajes de drenaje linfático para tener una buena evolución en su recuperación.
Es imprescindible una buena alimentación, ya que la malnutrición retrasa la cicatrización y favorece la infección postoperatoria.
Será el médico quien paute los pasos a seguir posteriores a la cirugía, incluyendo varias revisiones y recomendaciones para seguir desde casa.