Las ventajas de operarse en verano son muchas, partiendo de que pueden aprovecharse las vacaciones de verano sin necesidad que pedir bajas, estar más relajado y pasar inadvertido para no dar explicaciones.
El Sol hay que evitarlo completamente durante las primeras semanas y las siguientes utilizar una protección muy alta. No sólo para proteger las cicatrices, sino para evitar que las heridas se inflamen. Es recomendable tapar la zona e incluso, si ya ha cicatrizado, añadir una protección de pantalla total, aunque la piel esté cubierta. Hay que tener mucho cuidado con la cara, sobre todo, los casos de ‘liftings’ faciales o las intervenciones en párpados deben huir por un tiempo del sol.
Las mastopexias (elevaciones de mamas) y blefaroplastias (corrección de párpados y bolsas oculares) son las más llevaderas. No lo son tanto las lipoesculturas y abdominoplastias, pero pueden realizarse si se cuidan bien en un lugar fresco con aire acondicionado. La fotodepilación está desaconsejada, pero hay aparatología apropiada para depilar pieles bronceadas en cualquier época del año.
El sudor no infecta las heridas, lo único que puede pasar al estar más húmeda la piel es que tarde más en cicatrizar. Las curas y recomendaciones que proporcione el doctor serán suficientes para evitar contratiempos en la recuperación.
Las pieles más oscuras tienden a cicatrizar de una manera más marcada y a hipertrofiarse. Pero una piel blanca aunque esté bronceada no tiene por qué, si se ha protegido del sol adecuadamente.